top of page

Costos de la belleza: Una mujer tiene que gastar $ 1.300 al mes para verse bien

“La mujer argentina gasta mucho en su imagen”, arranca Florencia Bibas, asesora de imagen. ¿Cuánto invierte por mes para verse bien? En general, el presupuesto dependerá del nivel socioeconómico, pero el promedio ronda los $1.300 mensuales, entre peluquería, manicura, depilación, gimnasio, maquillaje, cremas y tratamientos estéticos, como botox, peelings o masajes.

El pelo va la cabeza a la hora de elegir. Bibas asegura que, en general, todas las mujeres de clase media mantienen el hábito de la peluquería: “Van una vez por semana o cada 10 días, sobre todo a partir de los 30, para hacerse el color. Ahí ya gastan entre $ 250 y $ 300 por visita, con color, secado y manicura incluida”.

Esta costumbre tan local se ve estimulada por la variedad de peluquerías y las promociones de las tarjetas, que son cada vez más jugosas. Casi todos los bancos tienen descuentos; la mayoría ofrece un 20% en un día determinado de la semana y la tarjeta Citi Women brinda un 50% de descuento en los salones de peluquería, todos los días. Algunos precios de referencia: en Cerini, el corte cuesta $ 110; el color o reflejos, $ 210; hacerse las manos, $ 69; pedicuría, $ 92; y limpieza de cutis, $ 200.

Los tratamientos de estética son otro pilar de la belleza femenina. Mesoterapia, ultracavitación, Thermage, ondas rusas… más allá del nombre, el objetivo suele ser mejorar la calidad de la piel y combatir la celulitis, sobre todo en verano. “La sesión vale entre $ 300 y $ 500”, señala Bibas. Según datos de Lasermed, entre las terapias no invasivas, una de las más solicitadas es la aplicación de botox, que cuesta a partir de $ 3.000 y se hace cada 6 meses. El peeling mecánico (microdermoabrasión) también es muy popular: se hacen tres sesiones al año, por un valor de $ 185 cada una.

La depilación merece un capítulo aparte. Los valores aproximados del mercado de cera señalan que la media pierna cuesta $ 50, pierna entera $ 52 y axilas $ 20. En la alternativa láser, hay que desembolsar alrededor de $145 por sesión y por zona, cada 35 días.

Como la salud importa mucho a la hora de verse bien, muchas mujeres mantienen un abono en el gimnasio, de entre $ 200 y $ 400 mensuales. Aquella que prefiera ponerse en forma con un entrenador personal, deberá invertir entre $ 120 y $ 150 por clase.

A la hora de arreglarse, Bibas declara que las argentinas gastan fortunas en maquillaje que no siempre usan, y que no invierten como deberían en cremas de protección y cuidado de la piel. “A lo largo del tiempo, conocí a muchas mujeres y la mayoría me cuentan que no se maquillan, generalmente por desconocimiento o falta de tiempo. En cuanto a los productos, suelen tener un montón, pero no usan todos”, coincide la maquilladora Lena Bianco.

En cuanto a los costos, en el maquillaje todo se reduce a las marcas. Un kit básico económico (base líquida, corrector de ojeras, polvo compacto, rubor, sombra, delineador, máscara de pestañas y labial) con productos Maybelline, ronda los $ 365. Si se toma de referencia una marca más cara, como L’Oreal, el mismo kit vale $ 757. En relación con el cuidado de la piel, en promedio se consume un hidratante corporal cada dos meses (desde $ 30 por envase) y dos faciales ($ 80) y dos antiage ($ 200) por año.

Hacer la cuenta total duele… Los “caprichos” valen alrededor de $1.300 mensuales sin contar los “antojos” como días de spa o tratamientos estéticos más complejos. La belleza tiene un precio que la mujer argentina, parece, está dispuesta a pagar.

belleza-1_thumb2.jpg
IMG-20141001-WA0000.jpg
Belleza al Natural.jpg
descarga (3).jpg
images.jpg
descarga.jpg

La economía de la belleza:

El debate sobre las posibilidades que tienen los físicamente mejor dotados de obtener el trabajo que desean está de vuelta.

La gente más atractiva gana más que los menos agraciados, dice Daniel Hammermesh. Eso lo sabe hasta el niño de la primaria que lleva las ‘orejas de burro'. El mérito de este investigador es que ha desarrollado un método cuantitativo para medir el fenómeno. Acuñó el término ‘Pulchronomics' para describir la ‘economía de la belleza'.

 

Hay una relación entre belleza, capacidad de negociación y resultados, pero las cosas no son tan complicadas. La gente guapa tiene más facilidades para demostrar lo que puede hacer. Recibe un trato preferencial en el momento de elegir a quién se contrata. Es más tomada en cuenta cuando aparecen las oportunidades de ascenso. El porcentaje de ventaja de los bellos en los ingresos varía según el tipo de actividad. Va desde 12% hasta cifras de tres dígitos.

 

Hammermesh había publicado sus trabajos a lo largo de la década pasada. Era una rareza digna del Freakonomics, un alma solitaria en busca de compañía literaria hasta que apareció Catherine Hakim, una socióloga seria, interesada en asuntos de la situación de la mujer. Hakim es la autora de Honey Money: The Power of Erotic Capital, un libro que parece producto de una divertida cruza de Paris Hilton y Jean Paul Sartre.

 

Catherin Hakim no utiliza series estadísticas, como Hammermesh, para apoyar su punto de vista. Parte de lo obvio: en este mundo material hay un bono para la gente atractiva, un beauty premium, y trata de encontrar respuestas a ello. En la cartografía de los tipos de capital, ubica el capital erótico, junto al capital económico, vinculado al dinero; el capital cultural, relacionado con la educación y las costumbres aprendidas en casa, y el capital social, relacionado con las redes de relaciones.  El capital erótico es una combinación de belleza, estilo, habilidades sociales y carisma, explica Hakim. Todo eso forma parte de un paquete que trasciende la belleza heredada. Puede comprarse: "El maquillaje, las cirugías y la ropa se valen en esta carrera de ratas en la que se ha convertido la vida profesional".

 

 Cita el concepto francés de la belle laide, que define a una mujer fea que se vuelve atractiva gracias al acierto con el que cuida su imagen y su estilo. A esta socióloga, que viene de las trincheras del feminismo, le llama la atención que en el caso del capital erótico, las mujeres tienen una ventaja: la pimienta sensual no está repartida equitativamente entre los géneros. Ellas están mejor dotadas de ese condimento en el que los hombres se encuentran en déficit. Por él están dispuestos a gastar dinero o correr riesgos profesionales.

 

Hay cientos de cosas que la humanidad lleva siglos sabiendo que existen, aunque no puede explicar cómo funcionan. La novedad, podríamos argumentar, es que en un periodo relativamente corto, hay dos intelectuales de cierto calado que se ocupan de este asunto.

 

Peter Drucker definía la honestidad intelectual como no confundir lo que las cosas son con lo que a nosotros nos gustaría que fueran. En ese sentido, Hammermesh y Hakim hacen de su exploración un ejercicio brutal de honestidad intelectual. Ambos rechazan lo políticamente correcto y nos entregan nuevos conceptos, que sirven como redes para atrapar ideas inasibles.

 

Vivimos tiempos de confusión. Lo trascendente se trivializa y lo trivial se estudia en los programas de doctorado. ¿Qué les puedo decir? Para concluir, les dejo una frase de Hammermesh: "La belleza no crea nada tangible, pero el reto es medir eso intangible que produce"

La belleza es una fuerza todopoderosa hasta en términos económicos. Por ejemplo, para las personas hermosas es más fácil conseguir los préstamos. ¿En qué consiste la fuerza económica de los bellos?

 

El economista Daniel Hamermesh dedicó un libro entero a este tema donde revela que la protección legal estricta es necesaria para evitar la discriminación causada por la belleza.

 

Los psicólogos dicen que la simetría es el factor principal para determinar la belleza. Cuando se trata de evaluar lo que es agradable, no hay necesidad de ajustar por la cultura, raza o edad. Una persona atractiva será atractiva para la mayoría de la gente, lo que se reflejaría también en su economía.

 

Como con cada noción en la economía, la belleza también se puede cuantificar

 

La escala psicológicamente codificada va de 1 a 5:

 

5 - increíblemente apuesto

 

4 - guapo

 

3 - atractivo promedio para la edad y el sexo

 

2 - bastante feo

 

1 - feo

 

Las mujeres bonitas ganan un 8% más que las que tienen un atractivo promedio y los hombres ardientes ganan un 4% más. En general, los rostros fabulosos sólo ganan, mientras las personas de apariencia ordinaria tienden a perder más que los hermosos.

 

Las mujeres realmente poco atractivas son un 5% más propensas, que las verdaderamente encantadoras, a optar por no trabajar. Hasta en las profesiones donde presuntamente la belleza no importa, en realidad desempeña un gran papel. Por ejemplo, los profesores que fueron calificados como “ardientes” ganaron un 6% más.

 

Los poco atractivos son significativa y sustancialmente más propensos a cometer robos o asaltos que los hermosos.

 

Los hermosos tienen un trabajo más atractivo y ganan más. Esta regla funciona tanto para las mujeres como para los hombres abarcando un gran espectro de profesiones desde artistas, modelos y prostitutas hasta los graduados de MBA y juristas. Para las mujeres, produce poco efecto sobre los salarios de partida pero, en general, mejora una dinámica de crecimiento de sus ganancias.

 

Además, la gente bonita consigue créditos con más facilidad y obtienen menores tasas de interés gracias a su fascinación.

Contrate a un montón de gente poco atractiva y sus ganancias aumentarán significativamente. Para aumentar ganancias las compañías grandes buscan a las personas que son profesionales altamente calificados pero son feos, poco atractivos y otros tipos poco remunerados para pagar menos ya que la combinación “inteligencia + belleza” cuesta caro.

Santa Cruz es una de las pocas ciudades de EE.UU. que protege explícitamente a los feos. Otras ciudades que luchan contra la discriminación por apariencia son Urbana (Illinois), Madison (Wisconsin), Howard County (Maryland), Michigan, San Francisco y Washington, D.C.

 

Francia es el epicentro internacional de asistencia a los feos. La ley federal prohíbe la discriminación basada en la apariencia en todos los aspectos de la contratación o pago.

El 55% de los bellos está satisfecho con su vida. Las personas hermosas por regla general están más contentas, lo que confirma las palabras de la poeta estadounidense Dorothy Parker: “La belleza es sólo superficial, pero lo feo va enteramente hasta el hueso”.

 

  • Facebook Social Icon
  • YouTube Social  Icon
bottom of page